
Como ya lo hemos mencionado con anterioridad, el cuerpo humano debe considerarse como una entidad bioelectrónica que se rige por leyes de la Física Electrónica. En ese contexto de ideas, debemos asumir que para que haya vida en un cuerpo, debe circular una microcorriente eléctrica, que nos mantiene en movimiento y con los niveles adecuados, se mantiene la vida.
Cuando existe una saturación o exceso de esos niveles eléctricos, sucede precisamente lo contrario. Una alta carga de electrones tiene como consecuencia, que los medios transmisores, en este caso, los tejidos y el sistema nervioso central, sufran daños irreparables y por consiguiente sucede la muerte de ese órgano y en caso extremo, se presenta la muerte general.
Debemos considerar que la corriente tolerada por el cuerpo humano, sin que se presenten los daños ya mencionados, es muy pequeña. Se han reportado en prácticas de seguridad que se requieren de 20 a 40 volts en corriente alterna para generar la corriente máxima que debe ingresar a una persona. El daño es proporcional al tiempo en que se somete un individuo. Por ejemplo, se requieren segundos para inhabilitar la capacidad del control de los músculos. Se sabe, por experimentos efectuados y determinando que el valor máximo es el de 8 miliamperes, sin comprometer órganos vitales, tejidos, tendones o músculos.
Así que la próxima vez que considere adquirir un equipo Zapper, pregunte a su proveedor el nivel o cantidad de corriente que su cuerpo va a absorber, para evitar, los daños que ya hemos mencionado con anterioridad.
Tiene dudas al respecto, no dude en escribirnos, con gusto le apoyaremos.
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